Goodbye, 2011.
sábado, 31 de diciembre de 2011
jueves, 29 de diciembre de 2011
martes, 27 de diciembre de 2011
¿Qué dirían si supieran que sigo guardando todos aquellos mensajes tuyos en el móvil, y que, de vez en cuando los repaso con el ansia del primer día? Pues es verdad, y también lo es que los contesto, más de una vez, aunque no los mande... Les cambio las palabras a los que sí envié, el sentido, haciendo que dejen de significar lo que significaron, convirtiéndolos en otra cosa.
Imagino lo que hubiera pasado con estas nuevas letras en lugar de las que mandé. Porque una frase, una palabra, es un arma cargada, como decía aquél, y una vez disparada no tiene marcha atrás. Eso es algo que todos deberíamos tener siempre en cuenta. Y es que después sólo queda la oportunidad de fantasear y retorcer los recuerdos hasta el infinito, convirtiendo el pasado en un presente enfermizo.
domingo, 25 de diciembre de 2011
Escribo de noche como los bohemios, como los borrachos o como las personas que llegan tarde del trabajo con el alma magullada y el corazón resquebrajado. O sin él... No sé porqué, pero me perdí entre tus recuerdos, bajo el agua de la ducha, sintiéndonos uno, y me guié por tus latidos, que fueron míos durante unos segundos. Me senté en el frío a desengañarme, de la misma forma en que me había engañado soñando sin dormir una vez más.
sábado, 24 de diciembre de 2011
martes, 20 de diciembre de 2011
miércoles, 14 de diciembre de 2011
lunes, 12 de diciembre de 2011
jueves, 8 de diciembre de 2011
martes, 6 de diciembre de 2011
Suscribirse a:
Entradas (Atom)