Y uno aprende que el amor no significa seguridad.
Y uno empieza a aprender que los besos no son contratos
y los regalos no son promesas.Y uno empieza a aceptar
sus derrotas con la cabeza alta y los ojos abiertos.
Así es que uno planta su propio jardín y decora su propia alma,
en lugar de esperar a que alguien le traiga flores.
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