Él disfrutaba leer como pocos. Y ahí está la diferencia. Un hombre que lee, que sabe hacerlo verdaderamente, sin prejuicios, ni etiquetas pretenciosas, es un un hombre que ama, que sabe hablarte de las cosas más bonitas de la vida, que no te deja irte, y es un hombre que no teme, que no escapa. Y cuando estás a su lado lo notas. Porque no te quieres ir, y quieres seguir escuchando lo que dice, y no temes, y no escapas, y te encanta... Entonces también amas.
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