lunes, 3 de septiembre de 2012


Cuando te hablo de libertad es a esto a lo que me refiero. Estar en tus brazos, poder irme y no hacerlo porque no quiero, por elección. Decido quedarme contigo porque así lo quiero. Porque tú eres mi libertad.


No quiero saber cuál es el problema, quiero saber qué es lo que harás con el. No cuentes tus problemas, busca soluciones.
Todo lo que hagas ahora es en lo que te convertirás después, no detengas tus sueños. Deja de pensar en ellos, hazlos realidad. Basta de ver lo que quieres. Haz lo que quieres, ahora. Forja lo que serás. El ahora es lo único que tienes.

sábado, 1 de septiembre de 2012

Las personas son como los libros, pero mucho menos accesibles.
Hombres como libros, buenos libros.
Que existieran tantos para leer que siempre me encontrara ante la decisión difícil de cuál colocar primero al lado de mi cama. Pasear, ojearlos, tenerlos un rato en mis manos y dejarlos, escogerlos otro día... y encontrarlos. Interesantes, divertidos, inquietantes, inteligentes, desnudos, repletos de contenido. Excitantes, amantes y sin miedo a volar. Atemporales, intensos. Sensibles y sin miedo.
Tenerlo en la mente, encontrarlo.
Con un capítulo de esos que admiras por su elocuecia, por su contenido, por su acertada metáfora, por su belleza, por su promesa. Admirar aspectos superficiales pero que a veces nos hablan en susurros desde el interior: Los colores, dibujos, fotografías, citas.
Cerrar los ojos y percibir su olor, el calor de su piel, mi deseo.
Abrir sus páginas y perderme.