Cierro los ojos y dejo que mis pensamientos se ahoguen. Hoy quiero encenderlos y no tengo miedo de pensar, recordar; quiero cubrir viejas fotos, escuchar canciones, dibujar y no tener miedo de confundir el pasado con el presente. Porque al final, si las vidas pasadas están constantemente en el presente, nunca se van a convertir en pasado.
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