martes, 5 de octubre de 2010
Había cambiado.Era el mismo cuerpo,sí,pero no la misma esencia.Ya no había nada por lo que luchar en su interior,como si de algo inherte se tratase.No brillaban aquellos ojos ambarinos,y sus palabras solo expresaban egoísmo y vanidad.Se habian acabado las sonrisas de complicidad y las carícias que hacían estremecer.Como si eso que lo fué todo,se hubiese esfumado.Del todo a la nada,del calor al frío.
A veces me gustaría saber qué habria pasado si hubiese elegido la opción fácil,en vez de lo complicado,lo incorrecto tal vez.Quién sabe.Solo son dudas y más dudas,promesas que quedaron en espacios vacíos del pasado.Y después de tanto tiempo,sigo aquí mirando por la misma ventana,contemplando el cielo que era el único testigo de nuestra absurda felicidad.Y sigo aquí,como si de un objeto del destino me tratase.
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