martes, 6 de abril de 2010

Es una sensación punzante,justo en la boca del estomago.Ver como a esa persona quisiste darle todo,con la que has compartido momentos únicos e inolvidables.Parece que no la conozcas.
Que cambie su manera de ser,sus pensamientos,su manera de actuar...Algo a que no se sabe a lo que se debe,pero está hay.Como sus ojos.Ésos ojos ambarinos,que parecen casi amarillos,mirándote en una noche estrellada.Nuestros rostros alumbrados por esa ténue luz de luna.Pero no,ya no hay nada.No queda ni la más minima sonrisa,ni ése leve pensamiento al despertarte de tenerla cerca,ni las miradas cómplices,ni la opinión sobre una canción.
Tan solo queda la amargura de lo efímero.

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