sábado, 10 de abril de 2010

Detesto la nostalgia paralizante,y ni en el peor de mis momentos creo que los tiempos pasados fueron mejores.Por otro lado, tengo la sensación de que la realidad mundial ha cambiado tanto,y el tiempo ha mordisqueado tan furiosamente la integridad de las cosas que hemos sufrido,algo así como una pérdida monumental de la inocencia.Lo notas cuando echas de menos lo que por entonces no sabías porque la inocencia es,en definitiva,ignorancia.Y entonces se abren de nuevo determinados odios,determinados peligros,determinados miedos.Estoy seguro de que esto es algo que sucede en la vida de todas las generaciones.Últimamente el tiempo,mi tiempo es brutal en cuanto inocencia se refiere;tiempo de violación constante de la esperanza. Como las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki,como el impacto de las torres gemelas,algo así como la guerra del 14 que cambió los parámetros de la decadencia bélica.Últimamente esto es lo que me inunda. Por una vez en mi vida,quisiera volver a ser inocente.O sea,ignorante.Quisiera que mi vida encontrase de nuevo el camino,correcto,o no,pero a gusto.Por una vez quisiera sonreír por los viejos tiempos,por los de ahora y por los que me deparan;y acordarme,al caminar,como la sonrisa se dibujaba en mi cara,con motivo o sin él.
Las cosas cambian, los intereses varían, las personas se alejan

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