Fué como un puñetazo en el estomago.Sus palabras frías se clavaban en mí como pequeñas agujas,haciendome sangrar lentamente.No quería hablar,intentaba buscar una excusa.Miraba en sus ojos,intentando encontrar una pizca de falsedad,de desconfianza.Pero en esos pequeños ojos marrones solo veía sinceridad y cariño.Sentía como me venia un vómito de palabras,de frases.Vomité hasta el corazón...
Y se llenan mis palabras,y me cuesta comprender.Escucha cuando le hablo,pero no quiere entender,se han deshecho nuestros lázos.Ahora ya era tarde,ya estaba hecho,no había vuelta atrás.La vida se te escapa,mientras alguien como cruel enemigo escucha tu verdad para ignorarla,para no creer en náda mas.Y de mundo derrumbado,sólo una verdad.
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