martes, 19 de enero de 2010

Convertirme la sangre en lava,hacer que mi corazón lata con más y más fuerza,hacer que pierda el control,que el aire se cargue de odio,que la cólera invada mi mente,mis ojos ardiendo como una hoguera,mis palabras venenosas como los dientes de una vívora.Que mis puños se vuelvan de acero,mi corazón de piedra y mi álma de vapor.Mi cuerpo está enredado en hiedra venenosa,de la que florecen rosas negras.
Momento a momento,hasta en los mas efímeros instantes,me invade.Es como un veneno que actúa lenta,lenta y dolorosamente.Una gota corrosiva,de ese veneno lento,que apaga mis dias.Ese veneno tan amárgo,que no dejo de ingerir.

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