domingo, 13 de diciembre de 2009

Cuando por fín me percaté de que el camino para llegar hasta atí,era morir,no lo dudé un sólo instante.Agarré la cazadora,conducí Ocho kilómetros y tiré mi corazón por el acantilado.
No pensaba dejar de vivir,pudiendo prescindír de el corazón que me estaba matando.

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